La sincronicidad entre el ciclo femenino y la órbita de la Luna alrededor de la Tierra, revelaba también la conexión entre la "mujer" y lo "divino". Durante su ciclo la mujer albergaba el misterio de la vida dentro de su cuerpo, podía generar vida y asegurar el futuro. Esto significa que cada mujer poseía los poderes propios del universo: dar la vida, sustentar y crear. Históricamente se ha consid
erado que el ciclo menstrual contiene un periodo de vida y fertilidad durante la ovulación, y un periodo de muerte e infertilidad durante la menstruación, análogamente a las fases de la Luna y a la estaciones del año.
En el pasado se reconocía que la naturaleza femenina tan similar a la Luna, no hacia mas que demostrar el vinculo que unía a la mujer con el universo. A través de nuestros cuerpos las mujeres experimentamos la conexión entre todas la formas de vida, el ciclo de la vida, la muerte y el renacimiento. El ciclo de la luna y el ciclo de la mujer están estrechamente ligados, ya que como hemos visto, el cuerpo femenino funciona en sincronía con las fases lunares. El ciclo de la luna no solo encarna el calendario del cuerpo de la mujer, sino que también es un indicador de los cambios que se producen en nuestra conciencia.
Cuando las mujeres tomamos conciencia de nuestro ciclo y las energías inherentes a el, también aprendemos a percibir un nivel de vida que va mas allá de lo concreto. Podemos sentir el vinculo entre el nacimiento y la muerte, y también logramos relacionarnos no solo con lo visible y terrenal, sino con los aspectos invisibles y espirituales de la existencia.
Laura Gutman
Crianza: Violencia Invisibles Y Adicciones
paginas 217-218
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