miércoles, 29 de agosto de 2012

Ejercicios x 2


Durante el embarazo, el ejercicio ayuda a tu cuerpo en diferentes formas: 
  • Mantener tu corazón fuerte y tus músculos en forma
  • Prevenir y reducir problemas del embarazo
  • Evitar el aumento exagerado de peso
  • Levantar tu autoestima
  • Prepararte para el parto
  • Reducir el estrés y las tensiones
  • Dormir mejor
  • Alivia las molestias básicas del embarazo desde la náusea matutina hasta el estreñimiento, y las molestias de las piernas y la espalda. 

Cuanto más pronto en el embarazo realices ejercicios, más cómoda vas a sentirte durante el transcurso de las 40 semanas. 


Los ejercicios para embarazadas son especiales para no lastimarte ni incomodarte. Además, estos buscan fortalecer músculos que usarás durante el parto y a que éste sea más rápido.

Si deseas practicar algún ejercicio físico, lo más aconsejable es que consultes primero con tu médico acerca de los ejercicios que puedes hacer. Si te encuentras en buen estado de salud, y no corres riesgos de complicaciones médicas u obstétricas, sigue adelante y continúa tu rutina .

A pesar de lo beneficioso que es el ejercicio para la mayoría de las mujeres embarazadas, no es aconsejado para todas. 

Si presentas alguno de los siguientes problemas, no es recomendable hacer ejercicios, al menos hasta que hayas conversado la situación con tu médico:
  • Sangrado
  • Incompetencia cervical
  • Dificultad en el crecimiento intrauterino
  • Disminución del volumen del líquido amniótico
  • Placenta previa (en una fase adelantada del embarazo)
  • Hipertensión inducida por el embarazo
  • Parto prematuro o ruptura prematura de las membranas
  • Embarazo de trillizos o más

Recomendaciones

  • Si tu rutina de ejercicio es moderada, mantenla. Y, si has estado muy sedentaria, no empieces repentinamente un programa muy fuerte; comienza poco a poco para evitar forzar tu cuerpo.
  • Recuerda que ejercitarse moderadamente es mejor que realizar ejercicios intensos esporádicamente, ya que estos pueden causarte lesiones.
  • Evita el calor excesivo, especialmente durante las primeras seis semanas del embarazo.
  • Evita hacer ejercicios apoyándote sobre la espalda por mucho tiempo; hacerlo podría reducir el flujo de sangre al corazón.
  • Evita la deshidratación y el calor, y si te sientes fatigada, mareada, débil, o con náuseas, detén el ejercicio. En días muy calientes o húmedos, no hagas ejercicios al aire libre.
  • Evita cualquier cosa que te exponga a ser golpeada en el abdomen, como montar bicicleta.
  • Evita ejercicios de alto impacto como saltar, ya que pueden afectar tus articulaciones.
  • Durante los nueve meses de embarazo, el ejercicio de bajo o moderado impacto es más recomendable que los de alto impacto.
  • En cada sesión, mantén contigo una botella de agua para hidratarte.
  • Come una dieta bien equilibrada que incluya una cantidad suficiente de carbohidratos.
  • Habla con tu médico acerca de cuál debe ser tu máximo ritmo cardíaco cuando haces ejercicios (muchos recomiendan 140 pulsaciones por minuto como máximo). Luego, mide el ritmo periódicamente cuando hayas llegado al momento más intenso del ejercicio para asegurarte que no has sobrepasado el nivel seguro.


Deja de hacer ejercicios y habla con tu médico si sientes cualquiera de los siguientes síntomas:
  • Dificultad para respirar desproporcionada en relación al ejercicio que estás haciendo.
  • Sangrado vaginal.
  • Aceleración de los latidos del corazón (o sea, más de 140 latidos por minuto).
  • Mareo o debilidad.
  • Cualquier dolor raro.
.
Es importante tomar consciencia de la importancia de la práctica de ejercicio durante el embarazo, pues además de aliviar las molestias del embarazo y contribuir al equilibrio físico y emocional de la futura mamá, los beneficios también repercuten en la salud de los hijos.



Fuente:Embarazo para dummies 2da edición Wiley Publishing, Inc
Imagen:http://www.corbisimages.com/


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